Los estimulantes pueden tener efectos secundarios aun cuando los haya recetado un médico. Abusar de estos medicamentos puede ser particularmente peligroso. Tomar dosis altas de un estimulante puede causar:
- aumento de la presión arterial
- latido irregular del corazón
- aumento de la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos
- disminución del sueño
- falta de interés en comer, lo que puede llevar a la malnutrición
- ira intensa o paranoia (sentirte como si alguien te fuera a hacer daño aunque en realidad no sea así)
- riesgo de convulsiones y embolia cerebral con dosis altas